GANADORES CONCURSO MICRORRELATOS
CONCURSO DE MICRORRELATOS
DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA
Ya tenemos ganadores del Concurso de Micorrelatos que, como cada año, convoca el Dpto de LCL del IES «Gabriel y Galán» con la finalidad de fomentar la lectura, la escritura y la creatividad de nuestros alumnos.
En esta edición, el jurado lo ha tenido difícil, no solo por el gran número de participantes, sino también por el nivel de sus creaciones. Es cierto que previamente habíamos explicado las características de este subgénero narrativo (prosa, ficcional, sugerente, sorpresiva, lenguaje preciso, concreto…); por lo que, dado el grado de conocimiento de nuestro alumnado en este tipo de composiciones, el nivel de partida se hacía más interesante e inquietante para nosotros, profesores, y más complejo para ellos.
Por último, resaltar que el concurso giró en torno a tres sustantivos: menina, bufón y dinosaurio y que esta convocatoria se hizo coincidir con el día del libro, 23 de abril; por lo que, sin más dilación, yendo a lo concreto y para que ustedes tengan como prosa de cabecera las extraordinarias composiciones de nuestros alumnos:
¡PASEN Y DISFRUTEN !
CATEGORÍA A
PRIMER PREMIO
Hola. Soy yo, y estoy aquí, otra vez, plasmando pensamientos como si los fueses a leer. Sé que como todo no lo harás. Y sí, soy yo, aquella menina a la que por las noches se le nublaban de pensamientos, su alma se helaba y su corazón se paralizaba. Aquella menina que se enamoró de quien mató al dinosarurio, y no, no era un príncipe, era un bufón al que se le torcía la risa con cada amuleto. Soy yo, aquella que se cansó de esperar a su sueño despierta.
MERCEDES BRAVO SÁNCHEZ. 2º ESO-D
SEGUNDO PREMIO
-Buenas noches, lagarto -dice abuela.
– Buenas noches, abuela, qué descanses bien -digo yo. A ver con lo que sueño esta noche…
¡Eh! ¿cómo? ¿Dónde estoy? ¿Qué es este sitio? ¿Hay alguien? Parecía que me había despertado en un bosque lleno de vegetación. De pronto, escuché un ruido extraño. Me escondo entre la maleza y… ¡Veo a un dinosaurio! ¡Viene hacia mí! Salí corriendo del T-rex hasta que me atrapó. Después de todo estaba oscuro y cuando conseguí distinguir algo, me vi a mí vestido de bufón.
De repente entró un hombre, más bien un rey, y dijo:
-¡Qué le corten la cabeza! Otra vez lo veía todo negro, y en un instante, apareció una menina, dos meninas, tre, ¡varias! Y entonces me habló un señor:
-¿Has acabado, Velázquez? Y por fin desperté de este largo sueño.
DIEGO SÁNCHEZ SALAS-2º ESO-C
CATEGORÍA B
PRIMER PREMIO
El silencio era casi absoluto; solo se escuchaba la respiración de Annie a través de aquella máquina, y a su lado yo, esperando a que llegara el momento en el que despertara. Había comenzado a dibujar mientras ella dormía; siempre recreaba las mismas escenas pero con diferentes personajes y diálogos. Aquella noche, mientras el agua se deslizaba por la ventana próxima a mí, me detuve a imaginar lo que Annie estaría pensando. Seguro que anhelaba las tardes con la abuela María y sus locos cuentos, como el de la menina, el dinosaurio y el bufón; ese era su favorito. Cogí la lámina y comencé a recrear aquel cuento. El dinosaurio en su trono, esperando impaciente a su bufón, mientras la menina le servía su jugo de mango que tanto le gustaba. Al terminar lo coloqué cerca de su cabeza, en la almohada, con la esperanza de que abriera aquellos ojos que hacía tiempo que no veía.
LUCÍA RONCERO GARCÍA-3º ESO-B
CATEGORÍA C
PRIMER PREMIO
DIARIO DE UN BUFÓN
21 de septiembre
Segunda semana y estoy harto de risas, de ser el bufón de la clase. Una eternidad para mudarme aquí y lo que consigo es ser objeto de burla de julio, «el dinosaurio», ¿pero qué tipo de mote es ese? Deseo que las cosas cambien, que la sociedad respete la diversidad…¡Qué me respeten a mí! Y si hablo de deseos, quiero atreverme a hablar con Laura. Esa chica es de otro planeta: ojos azules, pelo castaño y una piel delicada como la pincelada de un cuadro…¡Sí, cómo las de mi cuadro! Armónico, cuidado…No tengo claro qué colores debo poner sobre el lienzo, es grande, aunque no tanto como el espacio que ocupa en mi cabeza, y el trazo de mis pinceles, rápido; pero…¿Y la vida? Necesito que los personajes cobren vida: Laura será la menina de excepción que cuide a su bufón, yo, y Julio, el dinosaurio que la transporte de su época a esta.
22 de septiembre
Solo necesitaba enfocar mis ideas. Hoy me dio los buenos días, descubrí en sus ojos heridas de otras guerras, ese dinosaurio es ahora un cachorro. Además me atreví a sentarme junto a ella, me sonrió y llegó mi 10 por aquel cuadro tantas veces imaginado, una sola vez traducido a pinceladas de impresión.
SERGIO GUTIÉRREZ IBÁÑEZ-2º BACH-C
SEGUNDO PREMIO
CAUSAS NATURALES
El esqueleto del dinosaurio yacía en el suelo del museo. Ya se había acotado el perímetro y le rodeaba un cordón rojo que impedía el paso.
-El asesino se cebó con el pobre. ¡Solo ha dejado los huesos! -Comentaban todos los curiosos que se habían agolpado alrededor.
-¡Despejen la zona, por favor! -Gritaba el bufón, que también era detective aficionado.
-Cuéntenme todo lo que vio anoche, señorita! -interrogaba a la menina.
-Le aseguro que novi nada. Bastante tengo con quedarme quieta para Velázquez no me riña. ¡Porque encima me dice que el cuadro está quedando mal por mi culpa!
Tras dos días de investigaciones, el bufón llegó a una conclusión:
-La víctima murió por causas naturales hace 70 millones de años.
BELÉN GUTIÉRREZ GARRIDO-2º BACH-C
CATEGORÍA D
PRIMER PREMIO
-¡Calla bufón!, vamos a seguir a ese dinosaurio, será divertido. Lleva un rato deambulando por las calles sin seguir un rumbo fijo. ¿qué estará buscando?
-No lo sé Menina, pero deberías dejarlo en paz y aprovechar la tarde en otros menesteres. Tienes muchos libros que leer y muchos artistas a los que atender.
Mientras, el dinosaurio ajeno a su compañía paseaba y paseaba por el entramado de la ciudad. Miraba las fachadas de las casas y se imaginaba quién viviría en su interior. Cuando se encontraba una casa derruida se fijaba en los restos de piedra que guardaban tantos secretos e historias e intentaba reconstruir aquel espacio olvidado por el tiempo.
Pasear y pensar, siempre fue un buen remedio para evitar llegar a la casa fría y vacía en la que no le esperaba nadie.
Mª DE LA SOLEDD GÁLVEZ MORERA-PROFESORA SECUNDARIA